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Hace casi 100 años fue la primera vez que se colocó en un carro un sistema de recreación en la década de 1930. Sirvió para que aquellos que los condujeran pudieran disfrutar de la acción de conducir. Al día de hoy, ¿Puedes imaginar un auto sin esto?
¿Qué pasaba con quien no tenía un sistema de Car Audio?
Muchos usuarios inquietos se las ingeniaron para agregar un dispositivo reproductor de música para disfrutar del sonido mientras conducían hacia cualquier parte.
Es posible que no lo creas, pero, hasta se logró incorporar un reproductor de discos de vinilo en algunos modelos de autos.
No fue hasta la década de los años 50 del siglo XX, de la historia del Car Audio, que los fabricantes de carros comenzaron a colocar sistemas de autoestéreos en sus vehículos, de modo que comenzó la época en la que los conductores tuvieron una real oportunidad de escuchar su música preferida en sus autos. Pero eran aparatos simples, en los que solo se podía sintonizar emisoras de radio, tal como se hacía en los hogares.
Fue en los primeros 20 años del siglo pasado, cuando las radio, que para entonces eran aparatos monstruosos por su tamaño, se volvieron más asequibles para el público general.
Se tuvo que esperar diez años más, para que los transistores se hicieran más pequeños y se crearan los primeros modelos portátiles, con antena y todo, y como se podían llevar en el carro, las personas comenzaron a utilizarlos cuando salían de paseo con la familia o amigos, lo que comenzó a moldear la historia del Car Audio.
En 1930, los hermanos Galvin, de la empresa Galvin Manufactured Corporatión inventaron y comenzaron a introducir en los carros la primera radio para automóviles. Se introdujo en el mercado con un nombre comercial que seguramente conoces. Fue la Motorola 5T71, y se llamó así porque era una combinación de las palabras ‘motor’ y ‘vitrola’, creando el primer sistema especializado en la historia del Car Audio.
Este dispositivo se vendió a un precio astronómico de $130.00 por unidad, y la empresa Galvin logró vender millones de radios para carros, cambiando luego su nombre comercial a Motorola, Inc., que fue el origen de la gigante de las telecomunicaciones que hoy conocemos.
Ya en la década de los años 50 del siglo XX, existían en el mercado gran cantidad de opciones de radios para carros, pero estaban limitadas a las bandas de transmisión y a las frecuencias que utilizaban las emisoras radiales.
A lo anterior se le llamó sistema monofónico, pero rápidamente fue ampliado y modificado con el paso del tiempo. El sistema que predominaba era la AM, pero en 1952, una empresa alemana de nombre Blaupunkt creó la primera emisora FM, lo que representó un hito en la historia del Car Audio.
Al año siguiente, en México, la emisora radial Becker amplió su versatilidad en las radios para carros, ofreciendo capacidad para escuchar tanto en la banda AM como en la FM, ofreciendo a los consumidores más opciones de búsqueda entre estaciones radiales.
Esta opción solo pudo ser superada, según la historia del Car Audio, por Chrysler, cuando en 1956 incorporaron un fonógrafo a los carros, dándole el nombre de Highway Hi-Fi. Este aparato era colocado en la sección inferior de los tableros, conectado a la radio de sus modelos Premium.
Solo había que pulsar encima de un botón y este hacía que se deslizara una plataforma que giraba en miniatura, que reproducía discos de siete pulgadas que fueron patentados por la propia Chrysler y solo para artistas que pertenecían a la discográfica Columbia Récords, ofreciendo cuarenta y cinco minutos de sonido, que saltaba con cada bache.
En la historia del Car Audio hubo un momento luminoso en las décadas de los 60 y 70, con la aparición de los tocacintas de 4 tracks.
Ante el fracaso de Highway Hi-Fi, Earl ‘Madman’ Muntz, empresario e ingeniero, inventó la tecnología de las pistas o cartuchos de pistas, que se bautizó con el nombre de Stereo-Pack, y pudo observar el potencial que ello podría tener en la industria de los automóviles.
Y no solo eso, sino que introdujo su dispositivo en el mercado a un costo razonable, comercializándolo de manera atractiva. Un cartucho tenía la capacidad de reproducir un álbum entero sin que la música saltara. Y, por primera vez, los conductores tuvieron en sus manos la posibilidad de controlar por primera vez lo que quisieran escuchar.
Se puede decir que en la historia del Car Audio, el Autoestéreo nació con el invento de Bill Lear, quien había trabajado tiempo atrás para Motorola, que pudo ampliar la tecnología de las 4 pistas, introduciendo la tecnología Stereo 8, que básicamente un sistema de cartuchos de 8 pistas, que se comenzó a comercializar en el año 1965.
Pero esta tecnología no duró mucho porque, en el año 1964, Phillips desarrolló y patentó la tecnología del casete compacto.
Al inicio, los dos sistemas competían en la calidad del sonido, pero rápidamente mejoró en las cintas de casete y se hizo tan notable que rápidamente sustituyó a los cartuchos de 8 pistas.
Una de las razones del éxito de la tecnología de sonido del cassette es que fue un formato que se podía personalizar, seleccionando y grabando en una cinta nuestras canciones preferidas, sin estar obligados a escuchar por completo la cinta de un solo cantante.
Después, la historia del Car Audio sufrió un salto exponencial, porque los reproductores de casetes eliminaron la necesidad de amplificadores enormes, que se basaban en válvulas de vacío. Posteriormente, aparecieron las configuraciones en estéreo para carros, de modo que ya no estábamos atados a una sola bocina.
Los años 70 fueron muy importantes también en la historia del Car Audio, porque comenzaron a salir al mercado los accesorios para autoestéreo, que podías comprar para sustituir el que venía de fábrica en el carro, que normalmente no era de tan buena calidad, comenzando la personalización, ya no de la música, sino de los equipos de Car Audio.
Otro hito en la historia del Car Audio es la aparición del CD en los años 80 y 90, desarrollados por Sony y Phillips. Sin embargo, fue Pioneer el primero que en 1984 ofreció un reproductor de CD para carros, al que llamó CDX-1, y rápidamente sustituyó a los reproductores de cintas.
Básicamente, se debió a dos razones:
Ahora es parte de la historia del Car Audio la aparición de los dispositivos multidiscos que se popularizaron a mediados de los 90, que podían tener precargados hasta diez discos compactos.
Con el nuevo milenio, llegaron los reproductores digitales de audio, de la mano de Apple con su iPod, en octubre del año 2001, toda una revolución en la tecnología de reproducción portátil de música.
A partir de ello disminuyeron las ventas de los CDs porque ya existía un dispositivo que permitía a los individuos personalizar totalmente una lista de sus reproducciones favoritas y no pasó mucho para que aparecieran los primeros reproductores de MP3 para carros.
Ahora la historia del Car Audio se complicó un poco, porque hicieron falta cinco años de pleitos legales con la FCC, para poder disfrutar de la radio satelital y tan solo en cinco años más, se recaudaron los $ 1.6 mil millones que se necesitaban para lanzar 3 satélites que permitían la emisión de las señales por todo el planeta, de la mano de Sirius Satellite Radio y al año siguiente XM Satellite lanzó sus primeros satélites.
A día de hoy, la radio satelital ofrece todo tipo de contenidos para todos los gustos, noticias, música, charlas, deportes, lo que sea, pagando una tarifa para suscribirse, llegando a la impresionante suma de 26.3 millones de suscripciones, en particular por su asociación con una cantidad de fabricantes de caros como Mitsubishi, Hyundai, Nissan, Kia, Volkswagen, Bentley, BMW, Toyota, Ford y General Motors.
La historia del Car Audio inició hace poco menos de 100 años, y la evolución que ha tenido es impresionante. Desde sus inicios con una simple radio limitada a las señales de banda de las estaciones, hasta llegar a la personalización total de la música que queremos escuchar.
Todo esto, para satisfacer una necesidad de un mercado de consumidores que siempre estaban deseosos de un mejor sonido y de tener la autonomía suficiente para seleccionar no sólo lo que querían oír, sino también como escucharlo, creando una industria de accesorios de Car Audio que tiene un valor actual de billones de dólares.